Es un entendimiento -inspirado en los principios fundamentales de corresponsabilidad y equidad- entre el Estado, representado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), y la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC), en representación de los centros educativos de los sectores populares que se acogen al Convenio: cada una de las partes asume unos deberes y unos derechos.

Los colegios envían cada año su presupuesto integral a la oficina respectiva de la AVEC; ésta los consolida en un solo gran presupuesto que somete al análisis y aprobación del Ministerio; el Ministerio lo aprueba y lo incorpora a su presupuesto y lo eleva a la Oficina Central del Presupuesto (Ocepre), la cual hace los ajustes para presentarlo a la Asamblea Nacional, que lo aprueba como Ley de Presupuesto para ese año. Una vez aprobado, el Ministerio emite las correspondientes órdenes de pago a la Tesorería Nacional, quien va pagando a la AVEC por dozavos; al recibir el dinero, AVEC lo distribuye entre los planteles signatarios, supervisa su ejecución conforme al presupuesto previamente aprobado y, periódicamente, rinde cuentas de la ejecución al MECD.


Las insuficiencias presupuestarias, es decir, las diferencias entre lo solicitado y lo aprobado, son presentadas como crédito adicional: las variaciones en las condiciones salariales y otros beneficios que se van produciendo a lo largo del año fiscal y no pudieron preverse al elaborar el presupuesto, son cuantificados y presentados al MECD para que los incluya en los créditos adicionales que vayan a ser aprobados por la Asamblea Nacional.


Los centros adquieren compromisos con su personal a partir de la aprobación de dichos créditos y sólo por los conceptos aprobados.
La AVEC cuenta con más de 50 personas entre contralores, fiscales, analistas y supervisores; y acepta, por supuesto, la supervisión permanente de los organismos supervisores y contralores del MECD y Contraloría General, tanto a la AVEC como a cada uno de los centros.

Los centros y las instituciones rinden mensualmente cuentas de la ejecución de sus programas a la AVEC.

Al comienzo de cada año fiscal (generalmente en los primeros días del mes de enero) se firma el nuevo Convenio, previa presentación por parte de la AVEC de un informe pormenorizado de la ejecución del ejercicio anterior. Estos procedimientos se han venido cumpliendo con exactitud durante los doce años de vida que tiene el Convenio.

Participan en el Convenio 557 planteles, 191 centros de capacitación laboral y 709 centros radiofónicos o de alfabetización.

Se benefician 431.843 alumnos (de los cuales, 163.312 son de Fe y Alegría)
Trabajan 29.094 personas (19.058 docentes y 10.036 administrativos y obreros).

El Convenio puede llegar a cubrir el total de gastos de funcionamiento; pero no es el caso más frecuente. El aporte del MECD cubre, en promedio, el 72% de los costos.

Tanto en Fe y Alegría como en los otros centros de la AVEC, tenemos como criterio que es más educativo el que los padres contribuyan con lo que pueden; eso sí, sin excluir al que no pueda pagar. En realidad, son muy pocos los casos en los que no puedan dar alguna contribución (aunque sea una prestación personal: pintar alguna pared, regar unas flores o aportar alguna mata...).

El Convenio representa para el Estado venezolano un ahorro considerable: según estimaciones razonables, si el Estado tuviera que atender directamente a la población atendida por el Convenio, tendría que erogar tres veces más de lo que aporta.

El Convenio no significa una dádiva para la institución o para los dueños de los planteles, sino la expresión concreta del derecho constitucional a la educación garantizado a los más necesitados. En realidad, es una experiencia -demostradamente transparente y exitosa- de cooperación entre la AVEC y el Estado en el servicio educativo a los más necesitados.